lunes, 25 de enero de 2016

Lo que una mujer debe saber...y un hombre tambien.

Si bien, la mujer  es misterio tanto en la cama como en la vida diaria, sin embargo esto no es una desventaja para el hombre, al contrario, debería ser un privilegio poder gozar de una mujer que  le encanta experimentar en su cuerpo cuando no existe pena u otras intervenciones.
La mujer es capaz de guiar al hombre , así como mantener tantos orgasmos como le sea deseado. Sin embargo para cada mujer existen diferente tipos de  excitación: las caricias (suaves, ásperas, cosquilleantes, incitantes, cálidas) y las zonas que responden y provocan la atracción.  Los besos, miradas, mimos y un contacto corporal directo las excitan sexualmente y pueden despertares sensaciones eróticas, fantasías, el recuerdo de ciertas imágenes placenteras  de alguna lectura o película, provocando encendernos cuando estos se combinan.




Cuando el hombre demuestra un comportamiento excitante o  hasta un roce con sus manos son puntos “disparadores” para que la mujer  se manifieste de manera  atraída, excitada eróticamente y deseosa de mantener una relación sexual.
La mujer como dicho anteriormente en "hablando de la mujer" suele excitarse más lentamente que el hombre. De hecho, el estado de excitación se intensifica cuando, en una atmósfera de intimidad, los cuerpos se rozan o se estimulan ciertas zonas muy sensibles.  No siempre sucede con los cuerpos desnudos, a pesar que el contacto “piel a piel” proporciona ciertos estímulos directos y demasiado fuertes.  Hay numerosas mujeres, que necesitan un prolongado tiempo de excitación estando vestidas o con un poco menos de ropa,  pero no desnudas totalmente. Desvestirse rápidamente por suponer que incrementará al máximo la excitación sexual no siempre es efectivo. Casi todas las mujeres necesitan este período previo de excitación durante el cual se dan la mayor parte de los juegos amorosos. Para poder disponerse a gozar plenamente de las sensaciones eróticas, se debe estar seguro de no ser interrumpido, espiado o distraído durante el acto..  Las mujeres necesitamos estar relajadas lo más que podamos.




En esta etapa de excitación nuestras estructuras sexuales se expanden y se congestionan más que las masculinas;  la única diferencia en esta etapa es que la erección del hombre ocurre fuera del cuerpo y es visible para la mujer, en cambio en ella  sucede bajo los labios vaginales. Esta etapa se caracteriza por la aparición de un "exudado" más o menos espeso en las paredes vaginales,con el fin de lubricarla y facilitar así la posible penetración (esta sensación de humedad suele ser agradable y es acompañada de una suave relajación de los  músculos que rodean la entrada vaginal),  al igual que se produce la erección de los pezones, la dilatación de las areolas, el aumento del clítoris;  los labios mayores se apartan del orificio vaginal y los menores aumentan de tamaño.
Debemos tener en cuenta que si la estimulación deja de ser placentera, la excitación desciende y desaparece. A veces, un dolor mínimo, una palabra fuera de lugar, una caricia brusca, nos saca totalmente de clima, debiendo transcurrir un cierto período para que la respuesta placentera vuelva a aparecer.
La penetración debe intentarse cuando la mujer alcanza límites muy altos de excitación, cuando su vagina está lubricada y dilatada. De lo contrario, puede llegar a ser dolorosa y disminuyendo su interés sexual.




Una característica importante de la excitación femenina es la necesidad de recibir estipulación continua, ya sea de manera manual u oral del hombre incluso durante el orgasmo o antes de este;  así como dejar a un lado un estereotipo, somos mujeres, no mujeres perfectas que carecen de defectos.
Cuando una mujer reconoce que es humana y tiene la capacidad de ver a través de su cuerpo, es una mujer que vale mas cualquier estereotipo; este reconocimiento le permite a la mujer saber y darse entender que es lo que desea y requiere durante las relaciones sexuales, estas suelen ser mas entregadas, son mas abiertas  a un orgasmo y mantienen un ritmo favorecedor.




La base para mantener una relación sexual estimulante  no es solo confianza con su pareja, si no la comunicación que ambos se tienen para poder decirse lo que desean o no al momento del acto sexual, nuestro cuerpo es una guía que no se puede equivocar y nosotras somos “las expertas” del mismo, por eso es necesario  que seamos nosotras quienes informemos a nuestra pareja qué cosas nos gustan y cuáles nos disgustan.  Sin descuidar también lo que desee el hombre en sus pensamientos eróticos, se logra un vinculo y una entrega total de ambos, placentera y excitante.




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